lunes, 25 de febrero de 2013

¡La creatividad es la inteligencia divirtiéndose!

Albert Einstein afirmaba que la creatividad era fruto de la inteligencia emocional, el hombre al plasmar en cada acto creativo una pequeña parte de su inteligencia no hace sino liberar áreas importantes de su cerebro. Si en el imaginario colectivo pensamos en una empresa tecnológica como un lugar donde la gente juega, no trabaja, y pierde el tiempo. Niños bien pagados que no son productivos pero ¿la diversión aumenta la productividad?

En algunas ocasiones transcienden noticias relacionadas con las empresas "tipo Google" en las que nos sorprenden ideas como ?salones de siestas y banquetes?, pelotas de goma gigantes como sillas, o masajes pagados por la empresa.

Estas empresas contrastan con modelos de productividad basados en un pensamiento teológico-burgués de eficiencia y eficacia. El modelo heredado del siglo anterior obedece a una motivación basada en el capital, incentivos económicos, y un sentido de "el trabajo dignifica al hombre" llevado a un vocabulario más moderno.

Los resultados que ofrece un ambiente de trabajo mecánico, lleno de reglas, sin a penas posibilidades a liberar el ingenio del ser humano, aumenta la productividad a corto plazo, pero produce desgaste a medio, y se vuelve insostenible a largo plazo.

En cambio en espacios de trabajo donde se puede liberar la creatividad del trabajador se consiguen algunos resultados tan importantes como:

  • Mayor cohesión del equipo de trabajo
  • Incremento del sentimiento de pertenencia a un proyecto global
  • La competitividad grupal reduce la individual
  • Desarrollo de propuestas desde todos los ámbitos
  • Mejor resistencia ante las crisis
  • Reducción de las bajas por estrés
  • Retención del talento o "Know-How"
     

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